jueves, 16 de septiembre de 2010

Caries.
La caries es una enfermedad infecto contagiosa producida por: bacterias, la principal bacteria que actúa en complejas reacciones químicas y microbiológicas es el estreptococos aurius que generalmente se encuentra en la cavidad bucal, la caries es el resultado de los ácidos producidos por las bacterias que descomponen los alimentos que se encuentran adheridos a la superficie dental la caries se caracteriza por cambio de coloración formación de cavidad y destrucción del diente

Periodoncia (sarro).
Todo comienza por la formación de la placa dental; la cual constituye un depósito blando, de color amarillo pálido, constituído principalmente de bacterias y por acumulación residuos de comida en la base de los dientes.
Si la placa no es retirada, se produce el sarro dental, por impregnación de sales minerales.

GINGIVITIS: Esta enfermedad se destaca por la inflamación de los tejidos gingivales marginales inducida por la placa bacteriana y no afecta al hueso alveolar ni al ligamento periodontal. Se observan encías enrojecidas, tumefactas (heladas),y que sangran fácilmente, hay presencia de placa dental y sarro, además de fetidez del aliento(Halitosis).
Esta enfermedad es reversible con un tratamiento médico-odontologico adecuado, el éxito del tratamiento depende de la detección y atención precoz de la enfermedad, de lo contrario presentará.


PERIODONTITIS: Esta enfermedad es irrecuperable, sin embargo es posible retardar su desarrollo. Hay presencia de placa bacteriana, sarro sub-gingival, piorrea (pus), destrucción de la encía, del hueso alveolar y de la raíz, halitosis, ptialismo, movilidad de las piezas dentales, pérdida del apetito y caída de los dientes.
Tratamiento: Es imprescindible la atención profesional de un médico odontólogico, quien generalmente efectuará una limpieza minuciosa de los dientes (destartage), para retirar el sarro y pulir el esmalte. Esto debe acompañarse de un tratamiento antibacteriano, además de la educación del cliente, para que éste realice limpiezas dentales periódicas, a fin de evitar recaídas.


Prevención:Es de vital importancia la limpieza periódica,(dos o tres veces a la semana), de los dientes con pastas dentales

Endodoncia.
¿Qué es la Endodoncia?

Endodoncia se refiere al interior (endo) de los dientes (doncia). La pulpa dental es el tejido que se encuentra en el interior de los dientes, y está compuesto de nervios, vasos sanguíneos y células especializadas (entre otros). Su función principal es la de formar el diente y, en segunda instancia, percibir estímulos externos. La Endodoncia, está dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la pulpa dental y de los tejidos circundantes afectados por la misma.

¿Por qué se enferma la pulpa dental?

Las causas más frecuentes de enfermedad de la pulpa dental son:

La caries dental (cavidades muy profundas).
El efecto acumulativo de diferentes procedimientos odontológicos en un mismo diente.
Los traumatismos (accidentes).
Las malos hábitos de masticación. (fierros, maderas, chapas, etc.)

Por otra parte, las condiciones en las que un diente puede necesitar un tratamiento endodóntico por primera vez pueden dividirse en dos grandes grupos :

Cuando se presenta una inflamación irreversible del tejido pulpar (pulpitis).
Cuando hay una necrosis (muerte) del tejido pulpar.

Como consecuencia de la acción de diferentes irritantes la pulpa dental se enferma (inflama) aún cuando se mantiene vital en el interior del diente. En ocasiones el daño es tan extenso (frecuentemente manifestado como una gran sensibilidad a los cambios térmicos o un dolor espontáneo del diente) que la condición pulpar no se espera que mejore. Esta situación de enfermedad pulpar irreversible requiere la remoción de la pulpa dental.

Si esta situación no es diagnosticada y atendida a tiempo (bien pudiera ser por la ausencia de síntomas de dolor), el tejido pulpar eventualmente se necrosa (muere). En este caso el diente no responde a estímulos térmicos. El contenido necrótico del diente (pulpa dental en descomposición, bacterias, etc.) alcanza a salir del mismo y afecta a los tejidos de soporte del diente (hueso y fibras) en el extremo de las raíces. A este nivel los síntomas más frecuentes son de molestia en el diente cuando se somete a presión (masticación, por ejemplo) y en casos agudos pudiera haber una inflamación importante cercana al diente. Al avanzar el daño este se hace evidente en una radiografía como una sombra en el extremo de las raíces del diente. Esta situación, de no ser atendida, continuará su desarrollo hasta eventualmente comprometer todo el hueso alrededor del diente y provocar la pérdida del mismo.

¿Qué es un tratamiento endodóntico?

La primera opción de tratamiento para estas situaciones de inflamación o de necrosis de la pulpa dental es básicamente la misma, el conocido tratamiento de conductos radiculares. Esta terapia consiste en la remoción total del tejido pulpar y/o del contenido de los conductos radiculares (en caso de necrosis o infección), la desinfección de ese espacio y el relleno con un material inerte. Esto es con el propósito de crear un ambiente en el interior del diente que permita que la enfermedad cure, cicatricen los tejidos de soporte del diente y éste se pueda mantener ausente de síntomas y en función.

¿Cuanto tarda un tratamiento de conductos?

En nuestro caso, el 95% de los tratamientos de conductos son ejecutados en una sola cita. Hoy día se dispone del conocimiento y de los equipos necesarios para hacer esto posible. Tradicionalmente, estos tratamientos han sido realizados en varias sesiones (de 2 a 4), y si bien es posible lograr resultados adecuados en diferentes citas, la mayoría de casos son susceptibles de culminarse en una sola sesión.

¿Es doloroso un tratamiento de conductos?

No debe serlo. En el momento de ser ejecutado el tratamiento debe colocarse una anestesia que impida que el paciente sienta dolor.

¿Y después del tratamiento?

Al completar el procedimiento se espera una molestia leve. En algunos casos, luego de ejecutado el procedimiento, el dolor es un poco más intenso, y en otros casos no hay ningún tipo de dolor; pero en promedio una molestia leve, que cede con el uso de prácticamente cualquier analgésico, por un período de aproximadamente 4 días es completamente normal.

¿Existen otros tipos de tratamientos endodónticos?

Si. Usted puede haber escuchado algo en relación a los retratamientos de conductos o a la cirugía periapical. Ambos procedimientos se ejecutan generalmente en dientes que ya han recibido un tratamiento de conductos. El diente puede no haber respondido favorablemente al tratamiento de conductos o puede haber desarrollado una lesión en el extremo de la raíz (o raíces).

Una vez ejecutado un tratamiento de conductos, la respuesta se mide en términos de cicatrización alrededor del diente tratado. Aún cuando los índices de éxito reportados para este tipo de terapia son muy altos (alrededor del 92%, cuando se logran adecuadamente los objetivos del tratamiento) no hay garantía de éxito para este procedimiento porque depende, entre otras cosas, de la respuesta biológica de cicatrización del paciente. De hecho, algunos dientes que han recibido tratamientos de conductos muchos años antes y que se consideran exitosos pueden desarrollar algún día un problema nuevo relacionado con la endodoncia. Esta situación de equilibrio depende, entre otras cosas, de la interacción de diferentes variables, por lo que la alteración de cualquiera de ellas puede desencadenar una patología endodóntica (caries o enfermedades del tejido de soporte, entre otras). Inclusive, un factor que históricamente no ha sido muy tomado en cuenta para estimar el éxito del tratamiento de conductos y que actualmente se sabe juega un rol determinante en este sentido es la calidad de la restauración con la que cuenta el diente.


Muchos factores pueden determinar el desarrollo, la recurrencia o la imposibilidad de cicatrización de una patología asociada a un diente que cuenta con un tratamiento de conductos. Si la condición del tratamiento de conductos presente no es favorable, de nuevo debe decidirse si se desea mantener el diente y evitar la extracción. Una vez decidido que desea mantenerse el diente, las opciones de tratamiento endodóntico son el retratamiento de conductos y la cirugía periapical.

Retratamiento de conductos

El retratamiento de conductos debe ser siempre la primera opción terapéutica para salvar un diente donde ha fracasado un tratamiento de conductos previo. El retratamiento consiste en la remoción del relleno presente en los conductos, la nueva limpieza y conformación de los conductos, así como la identificación y corrección de la causa del fracaso del tratamiento previo (de ser posible). Los conductos vuelven a ser rellenados y sellados.

En un número muy importante de casos puede corregirse por esta vía la causa que provoca el fracaso previo (conductos sin tratar o tratados de forma incompleta, entre otros) y de esta forma se evita la cirugía. Pero, por otra parte, es posible que aún rehaciendo el tratamiento de conductos previo la lesión no cure y se requiera de todas formas el abordaje quirúrgico. Aún en esta circunstancia es preferible llegar a una cirugía con el mejor tratamiento de conductos posible, pues se tienen mejores posibilidades de éxito en el acto quirúrgico.

Cirugía periapical

La cirugía periapical es el tratamiento indicado cuando existe una lesión en el extremo de las raíces que no ha sido corregida con una retratamiento de conductos adecuado o donde existe una condición en el diente que no hace factible la realización de un retratamiento de conductos (casos donde exista una obstrucción de los conductos que impida el acceso y tratamiento de la totalidad de los mismos).

En vez de abordarse el problema a través del diente, la cirugía periapical accesa la lesión directamente en el extremo de las raíces, a través de la encía y el hueso. Durante la cirugía se identifica el extremo de la raíz y se elimina una pequeña porción de la misma (aproximadamente 3 mm.) junto con la lesión. Este procedimiento se denomina apicectomía. Luego, generalmente se prepara una pequeña cavidad en el extremo de la raíz remanente y se rellena con un material, con el propósito de sellar los conductos a este nivel y prevenir la filtración de elementos contaminantes desde el interior del diente hacia los tejidos de soporte. Mas información relacionada con estos procedimientos puede encontrarse en el Web Site de La Asociación Americana de Endodoncia.

Tecnología en la mejora de la Endodoncia

La forma de practicar la endodoncia ha sufrido un cambio drástico en los últimos 5 años, por no hablar de hace una década. Esto está directamente relacionado con el desarrollo de nuevos equipos y las variaciones del instrumental utilizado para tal fin. De la misma manera los profesionales hoy en día dedican una parte importante de su tiempo a mantenerse educados de manera continuada en los diversos avances, y en algunos casos llegan a completar estudios universitarios de cuarto nivel que los convierte en especialistas de un área específica de la profesión. Para muestra un botón :

Radiografías computarizadas : las radiografías actualmente pueden tomarse con un sensor que sustituye la conocida película radiográfica y las imágenes pueden verse de forma inmediata en la pantalla de un computador sin necesidad de un proceso de revelado. La verdadera ventaja para el paciente es la reducción en la dosis de radiación, pues para obtener una imagen radiográfica digital se necesita aproximadamente 1/8 de la radiación que se necesita para obtener una película radiográfica tradicional.

Instrumental de niquel-titanio :
Las limas son los instrumentos que se utilizan para limpiar y ampliar los conductos. Hasta hace poco estos instrumentos eran fabricados solamente en acero inoxidable, teniendo limitaciones de flexibilidad y por ende facilitando la fractura de fragmentos del mismo en raíces curvas. El níquel titanio, material con el que se fabrican muchos de los instrumentos endodónticos actualmente, es 450 veces más flexible que el acero inoxidable.
Instrumentación mecanizada : La utilización de limas adaptadas a equipos rotatorios para ser utilizadas en el interior de los conductos es una posibilidad que hasta el momento no había sido posible desarrollar adecuadamente por la falta de flexibilidad de los instrumentos de acero inoxidable. Ahora que se dispone de instrumentos altamente flexibles de níquel titanio es viable utilizar este tipo de técnica que puede hacer un poco más predecible la conformación de los sistemas de conductos.

Localizadores electrónicos de foramen apical :
permiten determinar electrónicamente donde termina cada conducto a ser tratado. La manera antigua requería de la toma e interpretación de diferentes radiografías, con una mayor inexactitud y una mayor perdida de tiempo, así como una mayor radiación para el paciente que en este momento luce innecesaria.
Equipos ultrasónicos : Permiten una vibración controlada de ciertos instrumentos que facilitan la conformación, limpieza y la remoción de obstrucciones del interior de los conductos. Estos equipos han revolucionado, inclusive, la forma de crear cavidades en los extremos de las raíces cuando son sometidas a actos quirúrgicos, haciendo de este un procedimiento más seguro y confiable en prácticamente todos los dientes de la boca.

Microscopios clínicos :
Debido a lo pequeño del área de trabajo de un endodoncista (un conducto puede tener 1 mm. de diámetro) se requiere de toda la ayuda posible en la visualización. Con este fin se han utilizado lupas, lupas telescópicas y más recientemente microscopios. Si bien estos equipos tan sofisticados pueden no ser indispensables para todos los casos, son de una gran ayuda para observar lo que el ojo humano no es capaz a simple vista, particularmente en la repetición de tratamientos de conductos y en las cirugías.

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